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Te invitamos a que nos acompañes en nuestro viaje a Japón 2012. Esperamos disfrutar igual o más que en 2009 .
Y aquí te lo contamos...

jueves, 16 de agosto de 2012

Día 8: Last day in Tokyo

Shinjuku
Habíamos decidido pasar la mañana en Tokyo recorriendo una zona nueva, que esta ciudad da para mucho. Así que dejamos las maletas preparadas en el hall del hotel y nos pusimos de nuevo en marcha.
Gracias a la final de baloncesto de las Olimpiadas nos habíamos acostado a las dos de la mañana, pero había merecido la pena, casi ganamos a los number one.
Así que sin dormir mucho nos dispusimos para dar un paseo por el barrio de Kanawaja. La guía lo mencionaba como una zona especial en el centro de Tokyo, de casitas bajas, tienditas de las normales, restaurantes de diferentes nacionalidades y un ambiente de barrio del de toda la vida.
Y así fue. No nos defraudó. El contraste, después de pasarnos por Shinjuku en una visita esporádica oara cambiar dinero, fue superior.
Jimbocho



Calle del Barrio de Kagurazaka

Este barrio se recorre en un par de horas o en un día entero, depende de lo que uno quiera perderse por las callejuelas, entrar en las tiendas, relajarse en los parques o tomando una cerveza. Una semirrecta calle lo recorre de punta uno a otro extremo (de la estación de metro Kagurazaka a Lidabashi), pero a ambos lados salen tortuosas callejuelas de casitas individuales o de 2 plantas, pegadas al máximo para aprovechar el espacio. Si no fuera porque algunas de ellas son de estilo moderno, parecería que estamos en un pueblito. Hasta nos tomakos un peko-yaki, un pastelito con la forma de la mascota de la pastelería: Peko-chan y relleno de judías rojas.
Enfin, mañana bien empleada.



Ah!, que se olvidaba, antes de ir a este barrio, y ya que quedaba cerca, decidimos volver a Jimbocho, el barrio de las librerías en el que un domingo de agosto de hace tres años hicimos unas compras estupendas.
Y volvimos a comprar, jejeje.
Regreso al hotel para recoger las maletas, despedirmos de Tokyo y coger un tren para Nagoya, nuestro siguiente destino, uno de cuyos 6 Toyoko-inn habíamos reservado.
El viaje en tren fue ameno, con la única incidencia de que estuvimos a punto de subir a un tren bala del tipo Nozomi y éste no entra en nuestro Japan Rail. Así que tuvimos que esperar un ratito al tren bala del tipo Hikari, que sí es de los nuestros, y llegamos algo más tarde de lo previsto.
Rápidamente descubrimos el ambientazo de esta ciudad. De camino al hotel, cerca de la Japan Rail Station, fuimos fichando un montón de posibles restaurantes, todos muy concurridos, que desprendían olores atrayentes. No en vano, según la Lonely, esta ciudad se encuentra entre las 10 primeras economías mundiales. Y la cena estuvo a la altura: a destacar la tempura crujiente, con formas de cristalitos rotos pegados a la gamba, la berenjena, el espárrago, incluso una salchicha venía en la ración de mixed tempura, y sin gota de aceite. Ummm, lo escribo y recuerdo cómo se rompía y cómo crujía en la boca esta tempura. ¡¡¡Realmente buena!!!

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